El presidente del Gobierno, Aziz Akhannouch, anunció hoy lunes en el Parlamento que el contrato para construir la mayor planta de desalación de agua de mar en África, que se ubicará en Casablanca, ha sido adjudicado a su grupo “Akwa”. Este anuncio pone fin a la polémica sobre el proceso de licitación, que generó preguntas sobre la transparencia y un posible conflicto de intereses.
Detalles del proyecto
Este ambicioso proyecto tiene como objetivo satisfacer la creciente demanda de agua potable y de riego agrícola en la región. El contrato fue adjudicado al grupo “Akwa” a través de sus filiales “Afriquia Gaz” y “Green of Africa”, en colaboración con la empresa española “Acciona”, especializada en infraestructuras y energías renovables.
El Sr. Akhannouch aseguró ante los parlamentarios que el grupo “Akwa” presentó la oferta económica más competitiva, cumpliendo con los criterios establecidos. Asimismo, subrayó que el proceso de adjudicación se llevó a cabo de manera transparente y conforme a las leyes vigentes.
Una controversia persistente
A pesar de estas declaraciones, la adjudicación del contrato ha generado críticas por parte de la oposición y de varios observadores. Muchos consideran que este caso ejemplifica un conflicto de intereses, dado que Akhannouch combina sus funciones como presidente del Gobierno y líder del grupo económico que obtuvo el contrato.
Los críticos sostienen que esta situación plantea cuestiones éticas sobre la separación entre responsabilidades públicas e intereses privados. Aunque Akhannouch había declarado previamente su compromiso con las leyes que regulan los conflictos de intereses, este caso reaviva el debate sobre la gobernanza.
Un proyecto estratégico
El proyecto tiene una importancia estratégica para Marruecos, especialmente en el contexto del cambio climático y la escasez de recursos hídricos. También se espera que genere empleo y contribuya al desarrollo económico de la región.
La transparencia bajo escrutinio
Ante las críticas, varios sectores han pedido fortalecer los mecanismos de control y transparencia en la adjudicación de contratos públicos, especialmente en proyectos de esta magnitud.
Este proyecto será una prueba para el gobierno, que deberá equilibrar el interés nacional con las demandas de rendición de cuentas.