La ciudad ocupada de Ceuta fue escenario la mañana del miércoles 29 de octubre de 202 de un inusual intento de entrada irregular, cuando un migrante originario del África subsahariana intentó cruzar la frontera utilizando un paracaídas, en un hecho sin precedentes en la zona.
Según fuentes cercanas al caso, el individuo saltó desde una montaña situada en el lado marroquí, con el objetivo de aterrizar dentro de la ciudad sin pasar por los pasos fronterizos tradicionales ni enfrentarse a los controles de seguridad desplegados en el área.
El Guardia Civil español logró interceptarlo inmediatamente después de su aterrizaje, antes de proceder a su entrega a las autoridades marroquíes ese mismo día, con el fin de iniciar las investigaciones y aplicar las medidas legales pertinentes.
Este incidente pone de relieve la evolución de las tácticas empleadas en los intentos de migración irregular, ya que algunos migrantes recurren a métodos arriesgados y poco convencionales, lo que exige una mayor vigilancia y cooperación entre los cuerpos de seguridad de Marruecos y España para combatir las redes de tráfico de personas y los cruces ilegales de fronteras.








