En una sesión legislativa celebrada este lunes, la Cámara de Consejeros aprobó por mayoría el proyecto de ley orgánica n.º 97.15, que establece las condiciones y modalidades del ejercicio del derecho de huelga, tras ser modificado y reorganizado.
Este proyecto de ley fue aprobado por 41 consejeros, mientras que 7 votaron en contra, sin abstenciones. No obstante, su adopción tuvo lugar a pesar de la oposición de la mayoría de los sindicatos, destacando el retiro del grupo parlamentario de la Unión Marroquí del Trabajo (UMT) al inicio de la sesión en señal de protesta contra la versión actual del texto.
Un proyecto de ley controvertido con 247 enmiendas
La sesión comenzó con la presentación del informe de la Comisión de Educación, Asuntos Culturales y Sociales, que detalló el proceso de discusión del proyecto de ley en la Cámara de Consejeros. Según el informe, los grupos parlamentarios y los consejeros independientes presentaron 218 enmiendas, además de 29 enmiendas propuestas por el gobierno, lo que eleva el total a 247 modificaciones.
Las enmiendas se distribuyeron de la siguiente manera:
- 29 enmiendas del gobierno,
- 13 enmiendas de los grupos de la mayoría y del grupo Constitucional Democrático y Social,
- 31 enmiendas del grupo del Movimiento Popular,
- 30 enmiendas del grupo de la Unión General de Trabajadores de Marruecos (UGTM),
- 24 enmiendas del grupo Socialista – Oposición Federal,
- 42 enmiendas del grupo de la Unión Marroquí del Trabajo (UMT),
- 33 enmiendas del grupo de la Confederación Democrática del Trabajo (CDT),
- 28 enmiendas presentadas por los consejeros Khalid Souti y Lobna Aloui.
Durante la sesión, se discutieron y votaron varias enmiendas, incluidas algunas que no habían sido previamente examinadas en la comisión.
Posturas divergentes sobre el texto
Los grupos de la mayoría elogiaron el debate público en torno al proyecto de ley y el enfoque adoptado por el gobierno para su promulgación. Según estos grupos, el texto reforzará la confianza de los inversores y actores económicos, asegurando un equilibrio entre los derechos de los trabajadores y los intereses de las empresas, lo que contribuirá a la estabilidad social y al dinamismo de las inversiones.
Por su parte, el grupo del Movimiento Popular insistió en la importancia de garantizar a los trabajadores su derecho a la huelga sin perjudicar otros intereses, especialmente la economía nacional. También instó al gobierno a agilizar la presentación de leyes complementarias, como la ley que regula los sindicatos profesionales, la reforma del Código Laboral, la revisión de los sistemas de pensiones y la modernización del estatuto general de la función pública.
La Unión General de Trabajadores de Marruecos (UGTM) destacó que el proyecto de ley fue objeto de un profundo debate sobre sus dimensiones constitucionales, jurídicas e internacionales. Asimismo, subrayó la necesidad de respetar las libertades sindicales y pidió la derogación del artículo 288 del Código Penal, que penaliza ciertas formas de acción sindical.
En cambio, el grupo Socialista – Oposición Federal expresó su preocupación por las restricciones impuestas al derecho de huelga, criticando la definición limitada que ofrece el texto y que excluye a los trabajadores del sector informal y a otras categorías profesionales. También cuestionó los altos umbrales requeridos para convocar una huelga, considerándolos un obstáculo para el ejercicio de este derecho fundamental.
Un proyecto de ley apoyado por la patronal pero rechazado por ciertos sindicatos
La Confederación General de Empresas de Marruecos (CGEM) celebró la adopción de este texto como un marco jurídico equilibrado que regulará el ejercicio del derecho de huelga y garantizará la continuidad de los servicios esenciales. También destacó los mecanismos de negociación y mediación previstos en la ley para evitar conflictos sociales prolongados.
Sin embargo, la Confederación Democrática del Trabajo (CDT) denunció que este proyecto de ley representa una restricción de un derecho constitucional fundamental, afirmando que el texto busca limitar en lugar de proteger el derecho de huelga. Por su parte, la Unión Nacional del Trabajo en Marruecos (UNTM) criticó al gobierno por haber privilegiado la lógica de la mayoría numérica en la votación del proyecto sin lograr un consenso con los sindicatos.
El gobierno defiende su propuesta
Durante la sesión, el ministro de Inclusión Económica, Pequeñas Empresas, Empleo y Competencias, Younes Sekkouri, defendió el proyecto de ley, calificándolo de “acorde con las exigencias de Marruecos en el siglo XXI”. Afirmó que la ley ofrece garantías para proteger los derechos de los trabajadores, la libertad de empresa y la continuidad de los servicios públicos esenciales.
El ministro subrayó que el proyecto de ley no se limita a los trabajadores asalariados, sino que también cubre a trabajadores independientes y autónomos, en respuesta a las demandas de los socios sociales.
Con esta aprobación, Marruecos da un nuevo paso en la regulación del derecho de huelga, un tema delicado y controvertido, que seguramente seguirá generando debate en los próximos meses.