La ciudad de Tánger fue escenario, en la mañana del viernes 27 de diciembre de 2024, de una amplia operación de seguridad que tuvo como objetivo varias viviendas en el barrio de Rahrah. Estas casas albergaban a migrantes en situación irregular procedentes de África subsahariana, sospechosos de estar preparando intentos de migración clandestina por vía marítima.
Esta campaña, coordinada de manera efectiva entre las autoridades locales del distrito urbano de Tánger-ciudad, bajo la dirección de los caïds de las anexas administrativas, la policía judicial y las fuerzas auxiliares, forma parte de los esfuerzos continuos para combatir las redes de tráfico humano y migración ilegal.
La operación resultó en la detención de más de cincuenta personas candidatas a la migración clandestina, además de la incautación de botes inflables y otros equipos utilizados para facilitar estos intentos. Fuentes informadas confirmaron que estas redadas se llevaron a cabo basándose en información precisa sobre los lugares de reunión de los migrantes y sus planes futuros.
Estas intervenciones tienen como objetivo frenar la creciente magnitud del fenómeno de la migración clandestina, que pone en peligro la vida de los migrantes y alimenta las actividades de redes criminales. Las autoridades locales elogiaron el éxito de esta operación, que se enmarca dentro de una serie de medidas preventivas implementadas en la región.
Como punto clave de paso hacia Europa, Tánger enfrenta un aumento de los intentos de migración clandestina, lo que plantea desafíos complejos que requieren una coordinación de seguridad y un enfoque integral para abordar las causas económicas y sociales de este fenómeno. Esta iniciativa ha sido ampliamente elogiada por la sociedad civil, que valora los esfuerzos de las autoridades para combatir la migración ilegal y las redes de tráfico, subrayando la necesidad de fortalecer la cooperación regional e internacional para abordar las raíces del problema.
Las autoridades han reafirmado su compromiso de enfrentar este fenómeno mediante un enfoque tanto de seguridad como humanitario, garantizando el respeto de los derechos de las personas detenidas y tomando las medidas legales necesarias para procesar a los responsables de estas actividades ilícitas.
