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España, punta de lanza de la lucha contra los asesinatos machistas
AFP
Ley pionera, tribunales especializados, gran cobertura mediática de cada caso: desde principio de los 2000, España se convirtió en punta de lanza de la lucha contra los asesinatos de mujeres, en la que ahora quiere inspirarse Francia.
– Ley y tribunales especiales –
Bajo el gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, el Parlamento español aprobó por unanimidad en 2004 la ley de “protección integral contra la violencia de género”, abarcando todos los aspectos de la problemática (social, educativo, penal).
En un país con un influyente movimiento feminista, impulsado por una activa sociedad civil luego del fin de la dictadura franquista, el texto afirma desde sus primeras líneas que “la violencia de género no es un problema que afecte al ámbito privado. Al contrario, se manifiesta como el símbolo más brutal de la desigualdad existente en nuestra sociedad”.
Un centenar de tribunales y una fiscalía especializada fueron creados entonces.
Un fiscal puede procesar a un agresor sin una denuncia de su pareja y la primera presentación del acusado ante el juez debe ocurrir en las 72 horas posteriores a la detención. Las víctimas tienen asistencia jurídica gratuita.
Los magistrados también recibieron formación para adaptarse a la especificidad de los crímenes.
Según el gobierno, más de 57.000 mujeres se benefician actualmente de vigilancia policial. Unos 1.200 agresores poseen brazaletes electrónicos que advierten si se aproximan a sus víctimas.
El pacto de Estado sobre la violencia de género aprobado en 2017 prevé un presupuesto de mil millones de euros en cinco años.
– Estadísticas y atención mediática –
En el 2001, el diario El País comenzó a llevar las estadísticas del número de feminicidios ante la falta de cifras fiables, para conocer la real dimensión del problema.
Las estadísticas oficiales de mujeres muertas a manos de sus parejas o exparejas, actualizadas regularmente por el gobierno, arrancaron en 2003.
El jefe del gobierno, el socialista Pedro Sánchez, tuitea para lamentar cada caso.
En 2018, 48 mujeres fueron asesinadas. Otras 29 lo han sido en lo que va de año. Un marcado descenso de las 71 registradas en 2003. Desde ese año, 1.005 mujeres han sido asesinadas.
Después de presentarlos como casos aislados, los medios cambiaron la óptica y desde hace años informan de ellos, frecuentemente en sus primera planas y abriendo noticieros, como la manifestación de un problema estructural, señala Marisa Soleto, directora de la oenegé Fundación Mujeres.
– Consenso roto por la extrema derecha –
Aunque el número de denuncias por violencia machista escaló -de 135.000 en 2009 a cerca de 167.000 el año pasado-, muchas callan todavía. “El 70% de las mujeres asesinadas nunca denunciaron a su agresor”, escribió recientemente en un editorial la vicepresidenta del gobierno, Carmen Calvo.
En otras oportunidades, no reciben protección pese a denunciar, según activistas, que piden más educación ante numerosos casos entre jóvenes.
Las asociaciones lamentan que el número de víctimas siga siendo elevado y temen un retroceso en la causa en momentos en que la extrema derecha rompió el consenso entre los actores políticos contra la violencia sexista.
El partido Vox, que se convirtió en la quinta fuerza en el Congreso en las elecciones de abril, pide abolir ciertas medidas de la ley de 2004, considerándolas “ideológicas” y “discriminatorias” hacia los hombres.